La creación y gestión de una buena cartera de inversión es el sueño de todo trader. No es para menos, ya que de ello dependen al final los beneficios que vayan a obtenerse. Construir la cartera ideal no es una tarea sencilla, ya que debe adaptarse a nuestro apetito de riesgo y a nuestro perfil inversor y, evidentemente, aportarnos rentabilidades positivas. Así que, para crear una buena cartera de inversión, resulta fundamental estar familiarizado con alguna de las principales estrategias de construcción de carteras de inversión.
Hoy le presentamos uno de los secretos mejor guardados por los gestores de fondos de inversión y los traders más curtidos en los mercados financieros: la estrategia de inversión Core-Satellite. Si alguna vez oyó hablar de ella, pero el nombre le pareció complicado, no se preocupe y siga leyendo. Verá cómo al final de este artículo tiene ganas de ponerla en práctica, ya que ofrece una serie de ventajas que hacen que esta sea una de las estrategias de creación de carteras de inversión más apreciadas por los inversores.
¿Qué es una estrategia de inversión Core-Satellite?
No se asuste por los anglicismos, verá en un momento que no es tan complicado entender en qué consiste una estrategia tipo Core-Satellite. Se trata de un estilo de gestión de inversiones basado en dividir nuestra cartera en dos partes diferenciadas y de capitalización asimétrica: una mayor a la que llamaremos núcleo (Core) y otra menor a la que llamaremos satélite (Satellite). A continuación, le explicamos detalladamente en qué consisten estas dos partes por separado y rápidamente entenderá cómo funcionan en binomio.
¿Qué es una inversión Core?
Antes de explicar en qué consiste la estrategia de inversión Core-Stallite, conviene entender primero en qué consiste la inversión Core a secas. Cuando hablamos de una cartera Core nos referimos a que está formada por activos indexados de gestión pasiva, como los ETF ofrecidos por eToro. El objetivo de una inversión Core es conseguir una replicación lo más fiel posible de los principales mercados financieros, con unas comisiones muy bajas y una necesidad de gestión activa mínima. Con esta estrategia armaremos una cartera formada por activos múltiples que tienen un mismo denominador común: la gestión pasiva.
Aunque muchos operadores de los mercados se lanzan a una gestión puramente activa de sus inversiones, lo cierto es que la inversión en productos como los índices bursátiles o los ETF han ofrecido resultados positivos asombrosos a lo largo de los años. Por este motivo, no deben desdeñarse. Por ejemplo, en los últimos 20 años el índice bursátil de referencia estadounidense, el mítico S&P 500, ha ofrecido retornos anualizados superiores al 7 %. Si a ello le añadimos las bondades matemáticas del interés compuesto, constataremos que la compra de activos indexados y su mantenimiento en cartera a largo plazo puede darnos grandes alegrías como inversores.
¿Qué es una inversión Satellite?
Por inversión Satellite se entiende toda aquella en la que el trader espera batir al mercado, es decir, superar los rendimientos de los mercados financieros. Para ello se requiere una gestión activa y una elección minuciosa de los activos en los que vamos a invertir nuestro dinero. Se trata de invertir en toda clase de activos (acciones, fondos, bonos de alto rendimiento, criptomonedas, metales preciosos, etc.) que ofrezcan atractivo y posibilidades reales de revalorización a corto plazo.
Cabe destacar que el cortoplacismo es una de las principales diferencias en relación con la inversión Core. Por poner un ejemplo, un trader que hubiera identificado el potencial de las criptomonedas en 2017 y decidido asignar su capital de inversión Satellite al bitcoin habría hecho bien en rotar su posición en cuanto la reina de las criptomonedas comenzó a dar síntomas de debilidad. En la inversión Satellite, es muy importante no casarse con las posiciones abiertas.
¿Cómo se diseña una cartera Core-Satellite?
Para empezar a construir nuestra primera cartera de inversión Core-Satellite, podemos utilizar la regla del 70-30 (un 70 % de nuestro capital asignado al Core y un 30 % de nuestro capital asignado al Satellite). La sección Core estaría formada fundamentalmente por índices cotizados, ETF y productos similares, destinados simplemente a replicar los movimientos de los mercados. Podremos optar por índices nacionales e internacionales, en función de nuestras preferencias y análisis personales. Recuerde que el riesgo no es el mismo si opera con índices de economías desarrolladas, como el S&P 500 estadounidense o el DAX 30 alemán, que si se lanza a los selectivos de mercados de economías emergentes. ¡Téngalo en cuenta!
Una vez incluidos en la asignación Core de nuestra cartera, mantendremos estos activos con una rotación baja. Es decir, no desharemos estas posiciones a menos que se produjese un evento inesperado o un cambio de tendencia claro. Así ahorraremos comisiones y gastos fiscales, al mismo tiempo que consolidaremos los cimientos de nuestra estrategia Core-Satellite. Con esta asignación Core de nuestra cartera perseguimos seguir el movimiento natural de los mercados financieros porque históricamente han arrojado resultados muy positivos, especialmente en horizontes temporales largos, como ya hemos visto antes en el caso de la bolsa americana.
La sección Satellite, por su parte¸ constaría principalmente de activos sectoriales que prometan un crecimiento superior al benchmark o índice bursátil de referencia. Por poner un ejemplo, podríamos decidirnos por un segmento Satellite formado por acciones de la industria de los videojuegos, que está ofreciendo rendimientos anuales compuestos superiores al 9 %. Si tiene gustos más exóticos, ¿por qué no apostar por el crecimiento del sector blockchain con su revolución criptográfica?
También podríamos decantarnos por otros sectores tecnológicos de rápido crecimiento, como el relacionado con la nueva tecnología de comunicaciones 5G. O quizá invertir en alguna empresa de sectores tan pujantes en estos últimos años como el biotecnológico o el farmacéutico.
Y, si prefiere algo más tradicional como la inversión en valor o value investing, escudriñar los mercados para encontrar las acciones infravaloradas puede serle de gran utilidad a la hora de crear su asignación Satellite. ¡Incluso buscar bonos de alto rendimiento o high yield puede darle un buen empujón a su estrategia!
Como puede ver, las opciones son numerosísimas y elegir una u otra dependerá enteramente de su apetito de riesgo y su perfil inversor. En cualquier caso, el porcentaje destinado a la parte Satellite de su cartera de inversión no debería superar el 30 %, al menos que sea un experto. Así se garantiza que incluso en caso de cometer errores en la selección de activos Satellite el destrozo sea contenido.
¿Cuáles son los beneficios de construir nuestra propia cartera Core-Satellite?
Llegados a este punto, habrá podido comprobar que diseñar su propia cartera de inversión Core-Satellite es menos complicado de lo que el nombre podría dar a entender. Pero quizá todavía no haya caído en la cuenta de las numerosas ventajas que le ofrece apostar por esta estrategia de inversión.
Versatilidad
La versatilidad es uno de los principales activos del enfoque Core-Satellite. En una única cartera se logra aunar la estabilidad de las inversiones a largo plazo y el dinamismo de las inversiones más especializadas a corto plazo. De esta manera conseguiremos beneficiarnos de varios puntos de ataque en una misma estrategia y todo ello con un riesgo repartido entre varios activos. En definitiva, lograremos un grado de diversificación imposible de obtener en una estrategia de mera replicación de un índice bursátil determinado.
Costes atractivos
Uno de los mayores quebraderos de cabeza de los inversores es el de las comisiones que terminan comiéndose las ganancias. Y más de una vez comprueban como una estrategia a priori válida termina por no ser rentable por culpa de unos gastos asociados desorbitados. La estrategia Core-Satellite viene al rescate de todos estos operadores. Las carteras que adoptan este enfoque, al estar formadas mayoritariamente por activos indexados de gestión pasiva presentan costes muy bajos y asumibles en la operativa. Las principales comisiones proceden del porcentaje minoritario de compraventa de activos de gestión activa, que se terminan compensando con el ahorro que se produce en la parte de gestión pasiva.
Posibilidad de batir al mercado
Batir a los mercados financieros es difícil, aunque no imposible, como lo demuestran algunos de los mejores inversores de eToro. La estrategia de inversión Core-Satellite es una de las que más posibilidades nos ofrece a la hora de conseguir esta hazaña. Por una parte, la asignación Core (mayoritaria) ofrece solidez al mismo tiempo que replica con gran fidelidad los movimientos orgánicos de los mercados. Por otra parte, la asignación Satellite (minoritaria) aporta combustible para obtener un plus de rentabilidad. Haciendo un símil gastronómico, la asignación Satellite vendría a ser la sal que hace que el plato (Core) resulte más sabroso.
Sinergia entre la gestión activa y pasiva
La combinación de una rotación baja de la asignación Core y de una rotación alta de la asignación Satellite nos permite lograr un equilibrio inversor muy interesante, sin sufrir agobios propios de otras estrategias más agresivas o cortoplacistas, y sin caer en el tedio. Así logramos mezclar dos enfoques de inversión totalmente complementarios en una misma cartera: indexación pasiva y participación activa.
Equilibrio
La magia de la sinergia entre la gestión activa y pasiva de la que acabamos de hablar se debe al equilibrio por el que se rige esta popular estrategia de inversión. El hecho de que la posición Core (de gestión activa) sea mucho mayor que la posición Satellite (de gestión pasiva) ofrece un gran equilibrio en los resultados, al limitar el factor humano, pero sin ahogar la posibilidad de batir al mercado. Usted decide qué porcentajes desea aplicar en su cartera Core-Satellite. Un 70-30 ofrece el punto de equilibrio más recomendable para todo tipo de inversores. Los que tengan mayor experiencia y apetito de riesgo pueden operar con un enfoque 60-40, mientras que los menos experimentados se sentirán más cómodos con un enfoque 80-20.
En conclusión, aplicar la estrategia Core-Satellite a la hora de construir nuestra cartera de inversión puede ser una excelente opción de cara a obtener buenos rendimientos con unos riesgos y unos costes controlados. Hablamos de un enfoque inversor equilibrado, versátil y con posibilidad real de batir a los mercados, que aprovecha todo lo bueno de la gestión activa y pasiva. Y todo ello para darle al inversor las mayores posibilidades de ganancia, para hacer más factible alcanzar el sueño de ganar a los mercados. Así que, ¿a qué espera para construir su propia cartera Core-Satellite con todas las posibilidades que le ofrece eToro?
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