El par GBP/USD es muy popular y uno de los más antiguos del mundo. Mide el valor de 1 libra esterlina frente al dólar. Le afectan los cambios en ambas divisas y en los tipos de interés que decida el Banco de Inglaterra o el Comité Federal del Mercado Abierto. También suele mostrar una correlación positiva con el par EUR/USD, y otra negativa con el par USD/CHF, pues los tres pares se ven afectados por los cambios en la economía europea.
Al invertir en este par, un inversor puede abrir una posición corta o larga. Al abrir una posición larga, el inversor espera que el ratio entre las divisas favorezca a la GBP, para que 1 libra valga más en USD y se genere un beneficio al vender la libra. Por ejemplo, si la libra vale 1,2 USD al abrir la posición y 1,3 USD al cerrarla, el inversor ganará un 10 %. Una posición corta funciona igual, pero en este caso el inversor espera que el USD se revalorice frente a la GBP.
Los cambios en el mercado de divisas se miden en pips. Un pip es la menor unidad de movimiento, hasta el cuarto lugar decimal, y cada pip equivale a 0,01 %. Se necesita mucho capital para beneficiarse de un cambio.
A mediados de 2016, Reino Unido votó separarse de la UE, es decir, el Brexit. Esta decisión causó una gran preocupación en el sector financiero mundial y provocó que la GBP perdiera un 9% en un día. Algunos inversores vaticinaron este cambio y ganaron mucho dinero.