El par EUR/GBP es muy popular y además posee una relación bastante peculiar. Antes del referéndum de junio de 2016 en Reino Unido para salir o no de la UE, estas divisas guardaban una estrecha relación y se veían afectadas por igual por eventos de Europa y del mundo. Sin embargo, desde el voto por el Brexit de junio de 2016, ambas divisas son parte de economías distintas por lo que su relación ha cambiado. La GBP ha caído mucho y se ha debilitado frente al euro. Sin embargo, como las dos economías siguen guardando relación, los cambios en los tipos entre ellas son relativamente menores que los de otros pares.
Al invertir en este par, un inversor puede abrir una posición corta o larga. Al abrir una posición larga, el inversor espera que el ratio entre las divisas favorezca al EUR, para que 1 euro valga más en GBP y se genere un beneficio al vender el euro.
Los cambios en el mercado de divisas se miden en unidades muy pequeñas llamadas pips. Un pip es la menor unidad de movimiento, hasta el cuarto lugar decimal, y cada pip equivale a 0,01%. Como los inversores capitalizan estos pequeños movimientos, se necesita mucho capital para beneficiarse de un cambio. Las plataformas de inversión ofrecen inversiones apalancadas, que ofrecen crédito a los inversores a un ratio fijo. Como el apalancamiento funciona en ambos sentidos, las pérdidas también se apalancan, y al fracasar una operación las cuentas pueden agotarse rápidamente.
Aunque el Brexit ocurrió a mediados de 2016, la salida oficial tendrá lugar en el 2018. En estos dos años debería aumentar la volatilidad entre ambas divisas, pues muchos acuerdos comerciales se están renegociando y las políticas monetarias del Reino Unido y de la UE podrían tener mayor un peso.