El servicio postal italiano, llamado «Poste Italiane», se creó en 1862 por una reforma gubernamental. Desde entonces, Poste Italiane, que cotiza con el símbolo PST.MI en la bolsa de Milán, se ha transformado en un proveedor de diversos servicios financieros, además de los servicios postales más tradicionales. Esta empresa, de titularidad parcialmente pública, presta servicios de seguros, banca y logística por toda Italia. El valor de la acción de PST.MI se valoró en 6.75 euros por acción en agosto de 2015, cuando la empresa salió a bolsa en Italia.
Al igual que muchos proveedores de servicios postales nacionales, Poste Italiane ha sufrido algunas turbulencias financieras debido principalmente a la competencia del sector privado y a las innovaciones tecnológicas que han reducido la necesidad de los servicios postales. Una mejora en eficiencia y fiabilidad ha sido responsable de la recuperación parcial de su buen rendimiento general en los últimos años. Pero la empresa continúa enfrentándose a diversos retos.
Las tendencias positivas en el destino financiero de Poste Italiane son un tema candente, y los líderes corporativos mencionan el escrutinio financiero y la planificación logística como las razones principales, mientras que los líderes sindicales argumentan que el empeoramiento de las ventajas para los nuevos empleados y la reducción de la plantilla son los factores más destacados. Independientemente de las razones, será interesante ver cómo gestiona Poste Italiane los muchos retos que también afrontan todos los servicios postales nacionales a nivel mundial.
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