La historia demuestra que los mercados casi nunca anticipan el riesgo cuando empieza a tomar forma. La reacción inicial ante la reciente escalada en Oriente Medio ha sido contenida, pero no trivial. El Dow cayó un 1,3% el viernes, el Nasdaq un 0,6% y el SP500 cedió un 0,4%, borrando todas las ganancias semanales. El oro repuntó, el petróleo se disparó ante el miedo a interrupciones de suministro, y bitcoin cedió terreno. Un “déjà vu” para muchos. Pero… ¿y si esta vez es diferente?
La complacencia del mercado ante los riesgos geopolíticos es tan evidente como preocupante. Lo que parece un nuevo episodio del pulso geopolítico en la zona podría derivar en un conflicto de mayor alcance. Y el verdadero problema no es la reacción del mercado hoy, sino su posible subestimación del “tail risk”. Riesgos de cola que, si se materializan, pueden reconfigurar carteras en cuestión de días.
En paralelo, la narrativa “Sell America” que antes era marginal, empieza a cuajar en algunos círculos institucionales. No hablamos de una salida masiva de capital, pero sí de un ajuste visible pues 10 de las últimas 12 semanas han registrado salidas netas de fondos en renta variable estadounidense. Aunque aún hay mucho dinero posicionado en Estados Unidos, la dirección de los flujos importa.
El motivo no es solo geopolítico. Hay un trasfondo político y monetario, con dudas sobre la estabilidad institucional, la volatilidad regulatoria, el riesgo de errores de política económica y una inflación que, aunque ha dado tregua, sigue anclada en niveles incómodos para la Fed.
Esta semana ha traído algo de alivio, pues tanto el IPC como el IPP de mayo salieron por debajo de lo esperado, y junto con ciertos indicios de enfriamiento del mercado laboral, han llevado a los operadores a elevar las expectativas de recortes de tipos por parte de la Fed. Además, las expectativas de inflación a un año han registrado su mayor caída mensual en 25 años. En el ámbito comercial, Trump anunció que el acuerdo con China está cerrado, pendiente solo de su aprobación y la de Xi Jinping. Entre los puntos clave, destaca el compromiso de China de suministrar tierras raras a Estados Unidos.
Pero incluso con estos factores positivos, el mercado no logra escapar del ruido. La semana ha sido un claro recordatorio de que el rebote es frágil y está condicionado por titulares. Y mientras tanto, los flujos siguen girando.
Tres ideas para inversores que piensan en ciclos
En este contexto, más que salir del mercado, se podría plantear la posibilidad de rotar dentro de él. A continuación, comparto algunas ideas que pueden servir como punto de reflexión para el inversor.
1. Energía como cobertura y oportunidad.
En un entorno de conflicto potencial que se extienda en el tiempo, el petróleo y el gas no solo son activos refugio indirectos, sino también generadores de caja con sesgo defensivo. La experiencia de 2022 lo confirma. Y si sumamos el posible impulso desde políticas de desregulación en Estados Unidos, el sector podría seguir teniendo recorrido.
2. Oro y bitcoin, viejos conocidos, nuevas funciones
El oro conserva su papel como activo refugio, aunque ahora se mueve también por “momentum” y técnica. Bitcoin, por su parte, podría despegar como cobertura sin contraparte si los riesgos crediticios o geopolíticos se intensifican. Ambos merecen una exposición táctica.
3. Smallcaps, defensa y midcaps internacionales
El ruido macro y regulatorio puede abrir ventanas en sectores menos tocados. Algunas financieras y empresas ligadas a defensa en Europa están mostrando comportamiento diferencial. Si la rotación fuera real, no sería hacia Japón o Europa por convicción… sino por necesidad.
Así las cosas, no se trata de caer en el catastrofismo ni de asumir que estamos al borde de un conflicto global. Pero el inversor disciplinado no espera a que el mercado reaccione, debe observar, anticiparse y adaptarse. Hoy, más que nunca, conviene pensar en escenarios improbables… no porque vayan a ocurrir, sino porque si ocurren, cambiarán todo.
¿Esperar o actuar? En mi opinión, se puede hacer lo segundo sin dejar de prepararse para lo primero.
Niveles técnicos clave
NO SON RECOMENDACIONES de INVERSION. Solo comentarios desde un punto de vista técnico informativo.
S&P
Desde un punto de vista técnico, superado el rango que veníamos observando desde hace unas semanas, delimitado por los 5780-5960, el índice no superó los 6050 y vuelta al origen. Habrá que vigilar en las próximas sesiones los 5960 para ver si funcionan como soporte. Si desde ahí rebota, tendremos en objetivo la zona de máximos históricos en los 6150 puntos. Perder esa zona marcaría un objetivo bajista en los 5780-5800 puntos. La volatilidad medida por el VIX no muestra señal de preocupación alguna, de momento.
Source: investing.com
IBEX-35 (IBEX)
Fuerte ajuste del índice hasta el primer nivel de control que ha quedado fijado en los 13820-13850 puntos. Perder esa zona abre el camino para un movimiento hasta los 13400 puntos primero y los 13000 como siguiente objetivo bajista. El aumento de volatilidad en este caso avisa de la necesidad de gestionar el riesgo y establecer los niveles correctos de salida. Por arriba, hay que recuperar los 14040-14050 puntos para pensar en el desarrollo de un movimiento lateral con objetivo en la zona de máximos.
Source: investing.com
BITCOIN (BTC)
Cada vez más compañías cotizadas están adoptando una estrategia que hasta hace poco parecía reservada a visionarios como MicroStrategy. Se trata de sustituir una parte de su tesorería tradicional por bitcoin o criptoactivos como ethereum, solana o incluso XRP. La lógica persigue protegerse de la erosión del sistema financiero tradicional y posicionarse de forma anticipada ante una eventual transición hacia una nueva infraestructura monetaria.
El mercado, de momento y de media, lo está premiando. Las acciones de muchas de estas empresas han subido con fuerza tras anunciar su exposición a criptoactivos. Pero no todo es euforia. Esta semana, Coinbase ha advertido del riesgo sistémico que podría derivarse si esta tendencia se generaliza y el precio de bitcoin sufre una corrección severa. Muchas de estas compañías dependen, además, de futuras ampliaciones de capital para sostener su estrategia.
La oportunidad existe. Hay un claro componente de ventaja del primer movimiento. Estas empresas no solo están apostando por un nuevo sistema financiero, están optando por salirse del que consideran un sistema en decadencia. Pero conviene recordar que el precio de esa apuesta es la volatilidad, la dependencia de la narrativa cripto y el riesgo de liquidez si las condiciones de mercado se endurecen.
Como inversores, merece la pena seguir este fenómeno de cerca. Pero, como siempre, desde la prudencia. No todo lo que brilla es oro.
Técnicamente, fallo alcista al intentar atacar la zona de máximos y regreso al inicio del movimiento previo. Me preocupa la falta de entrada de flujos importantes y la correlación con los mercados de riesgo que, de nuevo, hemos observado. Sin embargo, es cierto que el movimiento ha sido contenido y estamos respetando, de momento, los 104-105K. Perder esa referencia nos lleva a los 100K. Y como decía la semana pasada, perder los 98K-100K llevaría al objetivo bajista de los 90K USD, confirmado la formación de un posible H-C-H de implicaciones bajistas. Si los precios superan los 108K, objetivo inicial en los 112K primero y los 120K como objetivo alcista.
Source: investing.com