La semana pasada dejó una imagen clara, donde vimos cómo la renta variable estadounidense sigue navegando entre dos fuerzas opuestas. Por un lado, la corrección en tecnología y los decepcionantes resultados del sector retail (Walmart, Target) recordaron que el ciclo de consumo se enfría y que las “megacaps” no son inmunes a la toma de beneficios. Por otro, el mensaje de Powell en Jackson Hole, sin prometer explícitamente, pero dejando abierta la puerta a un recorte en septiembre, que permitió al SP500 cerrar en positivo, al Dow sumar un 1,5% y al Nasdaq perder un 0,6%.
El presidente de la Fed admitió que el deterioro del mercado laboral empieza a ser visible, y que ese cambio en el balance de fuerzas puede llevar a ajustar la política monetaria. Al mismo tiempo, mantuvo el tono firme sobre los aranceles, donde sus efectos ya son visibles en la inflación y podrían prolongarse más de lo deseado. En otras palabras, la Fed se mueve en un terreno frágil, atrapada entre una economía que empieza a mostrar grietas y una política comercial que amenaza con alimentar nuevas tensiones de precios.
En paralelo, se cerró una etapa. Powell enterró oficialmente la estrategia de “average inflation targeting” adoptada en 2020. El marco que permitió tolerar cierta inflación para evitar el fantasma de la deflación ya no es relevante, ahora la prioridad vuelve a ser la estabilidad de precios, incluso si eso implica actuar de forma preventiva ante señales de recalentamiento en el empleo.
De cara a la próxima semana, el mercado tendrá una prueba importante con los resultados de Nvidia. La compañía llega tras su peor semana desde abril (–4%) en medio de recogida de beneficios en “megacaps” y con un foco que va mucho más allá del trimestre, prestando atención a la guía, la visibilidad de demanda en IA y, sobre todo, la geopolítica. El chip H20 y su posible venta en China, el riesgo de un arancel inverso del 15% que afectaría a Nvidia y AMD, y la extensión de las restricciones de exportación están en la mesa. La tesis de fondo sigue intacta, el capex en IA no se detiene en 2025 y se proyecta con fuerza hacia 2026, pero el listón es alto y el riesgo binario, evidente.
Lo relevante no es solo Nvidia, sino lo que representa, con el dilema de un mercado todavía excesivamente concentrado en siete valores. La idea de que el resto del SP500 terminaría “alcanzando” a las “megacaps” sigue retrasándose, pues en el segundo trimestre, el crecimiento de beneficios de las Mag7 superó al del resto en 19 puntos porcentuales, y el consenso ya empuja esa brecha hacia finales de 2026. La economía corporativa de Estados Unidos sigue dividida entre “los mejores” y “el resto”.
Así las cosas, entramos en una semana marcada por la dualidad. Una Fed que prepara el terreno para bajar tipos, pero con la inflación aún condicionada por tarifas. Un mercado donde las “megacaps” siguen sosteniendo el crecimiento, aunque con riesgos políticos y comerciales que pueden desatar volatilidad. Y unos inversores que, entre señales mixtas de consumo y política monetaria, tendrán que decidir si el ciclo de IA basta para justificar la concentración, o si es momento de empezar a rotar hacia una base más amplia de beneficios.
Niveles técnicos clave
NO SON RECOMENDACIONES de INVERSION. Solo comentarios desde un punto de vista técnico informativo.
S&P
Desde un punto de vista técnico, sesiones de estrechos movimientos con descenso de volatilidad, en zona de máximos históricos. Mientras persisten las divergencias bajistas, el índice puede seguir consolidando precios entre los 6200 y los 6470 puntos. Solo un cierre semanal por encima de esta zona nos indicará la posibilidad de asistir a otro tramo alcista. Por abajo, los 6350 puntos son la referencia de corto plazo, seguida de los 6200 como zona de soporte principal.
Source: investing.com
IBEX-35 (IBEX)
Desde un punto de vista técnico, sigue la fortaleza del indicador español en un entorno de sobrecompra. Estas situaciones tienden a corregirse bien con ajustes bruscos, bien con consumo de tiempo en niveles más o menos estrechos. De momento, soporte de corto plazo en los 15150 puntos y 15000. Por abajo, caída directa a los 14400 puntos. Por arriba, los 15500 esperan seguidos de los máximos históricos de este índice (que no incluye dividendos) en los 15900-16000 puntos.
Source: investing.com
BITCOIN (BTC)
Desde el punto de vista on-chain y saliendo del rabioso corto plazo, la zona de 110–120k se configura como una resistencia estructural: ahí se concentra un elevado volumen de compras recientes que actúa como “pared” y frena los avances. Por debajo, el área de 60–70k representa el principal soporte, respaldado por una base sólida de holders de largo plazo. Entre ambos niveles, el rango 75–95k muestra escasa densidad de oferta histórica, lo que implica que, una vez dentro, el precio tiende a desplazarse con rapidez hasta la siguiente zona de congestión.
En términos operativos, esto sugiere que no conviene perseguir precios en proximidad a máximos; la estrategia más eficiente pasa por aprovechar retrocesos hacia soportes relevantes (60–70k) para construir posiciones y reducir exposición en acercamientos a 110–120k.
Sin embargo, la señal de fortaleza definitiva llegaría con un cierre semanal sostenido por encima de 120k, que abriría la puerta a un nuevo tramo de descubrimiento de precios. En caso de rechazo, el escenario más probable sería un retorno por testear niveles de soporte inferiores.