Cuando el riesgo aún se paga, pero inquieta

El mercado sigue subiendo, pero el aire se enrarece. Los índices se mantienen en máximos, los flujos continúan entrando y el tono general es optimista, aunque la sensación de estar rozando un punto de inflexión se hace cada vez más evidente.

En Estados Unidos, la economía avanza a golpe de improvisación, con una administración Trump que reabre parcialmente las oficinas estadísticas solo para poder calcular el ajuste de pensiones, mientras la Reserva Federal prepara un nuevo recorte de tipos pese a que la inflación se resiste a bajar del 0,3% mensual.

Los mercados operan con múltiplos que no se veían en cuarenta años y el crédito corporativo cotiza como si el riesgo hubiera dejado de existir. Todo depende ahora de un equilibrio precario, enfriar el mercado laboral lo justo para justificar más recortes sin provocar una recesión. Pocos creen que ese baile pueda durar demasiado.

En Europa, el guion es otro, pero la inquietud es la misma. Ya no se esperan nuevas bajadas de tipos y la inflación vuelve a incomodar, especialmente en España. El Ibex-35, que avanza un 30% en el último año, solo necesita un empujón para romper los 16.000 puntos, pero no basta con el deseo. Con los bancos agotando recorrido y el BCE sin margen de estímulo, el índice parece más cerca de consolidar que de acelerar. El fracaso de la OPA de BBVA sobre Sabadell ha calmado el ruido político, pero ha restado impulso al sector financiero, dejando a los inversores sin una narrativa de concentración que había alimentado buena parte del rally.

Ahora el dinero busca refugio dentro del riesgo. Los datos de flujos de BoFA muestran entradas récord en oro y bonos de alta calidad, salidas de crédito especulativo y deuda emergente, y un retorno parcial de la liquidez hacia activos defensivos. No es huida, es rotación. Los inversores venden riesgo para comprar calidad sin salir del mercado.

La temporada de resultados que arranca con Tesla, Netflix, IBM o Coca-Cola pondrá a prueba la resistencia de ese optimismo. El consenso espera cifras sólidas, pero con valoraciones tan exigentes cualquier tropiezo puede tener consecuencias desproporcionadas.

Y, sin embargo, el sentimiento general sigue siendo de confianza. Las encuestas reflejan pesimismo, pero los flujos muestran que la gente sigue comprando, un reflejo de esa mezcla de euforia y negación tan habitual en los finales de ciclo.

Seguimos en tendencia alcista, pero cada paso hacia arriba exige más equilibrio. La inflación no cede, los bancos centrales ya no tienen margen y los beneficios empresariales empiezan a dejar de sorprender. Las probabilidades de acercarnos a un techo de mercado aumentan, no por falta de impulso, sino por exceso de complacencia. Y como siempre, el riesgo no se anuncia con estrépito, se filtra despacio, entre titulares que suenan bien y datos que empiezan a fallar.

Así las cosas, conviene mirar el mercado no como un enemigo ni como una promesa, sino como lo que es: un organismo que respira, que se acelera y que, tarde o temprano, necesita tomar aire.

Niveles técnicos clave

NO SON RECOMENDACIONES de INVERSION. Solo comentarios desde un punto de vista técnico informativo. 

S&P

Desde un punto de vista técnico, un inversor de corto plazo no debe perder de vista los niveles claves que está dejando el SP500. Precios por debajo de los 6550 avisarán de una corrección con objetivo inicial en los 6320 puntos. Por debajo de ese nivel, los 6200 marcan el siguiente nivel de suelo. Ver pérdidas de esa referencia abre el camino a problemas mayores. Por arriba, los 6720 y la zona de máximos históricos están relativamente cerca y son los niveles que vigilar para pensar en cotas mayores.

S&P 500 Chart

Source: investing.com

BITCOIN (BTC)

Lo más llamativo del actual momento en cripto, no es la caída, sino el silencio que estamos viviendo. Tras el mayor barrido de apalancamiento en años, el mercado no se ha descompuesto, sino que se ha reorganizado.

Bitcoin y ethereum mantienen el pulso, los flujos institucionales se concentran, y las altcoins no marcan el ritmo. No hay euforia, ni promesas de multiplicar, ni “altseason” a la vista. Solo un mercado que parece respirar hondo, digiriendo su propia madurez. El exceso se ha ido. Lo que queda es la estructura, lista para el próximo movimiento.

Desde un punto de vista técnico, perdida de los 108K USD por segunda vez consecutiva en breve espacio de tiempo y recuperación en la sesión del domingo. Este nivel es el que tenemos que vigilar en el corto plazo pues de confirmarse la ruptura, los 100K USD son el objetivo bajista inicial. Perder esa referencia nos llevaría a caídas superiores y peligraría la tendencia alcista principal. Por arriba, si los 108K se mantienen la zona de los 112KUSD son el primero de los objetivos alcistas, y los 116-118K marcan la zona clave de resistencia.

BTC Chart

Source: investing.com